un día
hecha una loca
una perra una zorra una yegua
ya no soporta
y abre la jaula
grita
¿pueden escucharla?
corre descalza
olvidó los documentos (él los rompió)
-no podemos tomarle la denuncia- dicen en cipolletti
y ahora ¿a dónde va a ir?
llora
¿pueden escucharla?
está tan cerca
grita otra vez
¿la escuchan ahora?
¿escuchan el ruido de su grito cuando cae?
¿no ven la fila de cuerpas?
¿la montaña de huesas?
la herida que sangra
el río de llanto que atraviesa la ciudad
habrá que volver a nacer
en un jardín
en una marea
Me encanta el brillo de tu palabra. Gracias, poeta.
ResponderEliminargracias por leerme en el dolor y la rabia de estos días.
EliminarIntensamente doloroso.
ResponderEliminar...es el presente. seremos capaces de escucharla?
ResponderEliminarGracias... Por ponerle palabras al dolor
ResponderEliminargracias por tu lectura de mi poesía. que se escuche en todo el planeta el grito de las mujeres.
EliminarFuertemente y dolorosamente bello! Gracias x ese grito poetico, x el sacudón necesario, amiga querida!
ResponderEliminargracias por visitar mi poesía, que hoy grita.
EliminarMuy impactante y dolorosamente actual
ResponderEliminarahora que sí nos ven...gracias horacio.
ResponderEliminarAnoche, estuvimos en Casa de las Culturas y te dije que esta poesía me emocionó hasta las lágrimas. Al salir, repartían tarjetas. Me tocó una con tu nombre. Muy importante todo lo que decís, que suerte poder seguirte en este Blog. Un gusto Edith, yo también soy de La Plata.
ResponderEliminarGracias Diana, me alegra que te emocione mi poesía. La Plata es la ciudad más bella.
Eliminar