echadas al sol
nuestras cuerpas se secan y se mojan
salpicadas del mediodía
el viento sur hace temblar mis pezones
y hay una lágrima
desnudas las dos azulas verdes tornasoladas
las pequeñas cumbres nuevas
la sorprenden
en el silencio de las horas ella no dice nada
y al caer el sol murmura
traes una piel nueva hoy.