“la voz del eternauta, el viajero de la
eternidad siguió narrando su historia… la calle era un cementerio y el aire
estaba tan vacío de pájaros.”
El eternauta, Oesterheld- Solano López
1969
finalmente me detengo
parece de noche/
aunque no
una mole de cemento
humeante es
lo que
hasta ayer / mi lugar de trabajo
papeles
quemados
y ese olor
arriba siento unos
pasos
ordenaron “desinfección”
todavía agitada me
escondo
silencio
siento otra vez los pasos
prolijo se asoma y
lanza
su chorro de blanqueo
pesticida
los insectos huyen
/ los oigo escabullirse
ya no hay pájaros
autómata/ otro como él
hace lo mismo más allá
camina/ se asoma/
dispara
me escondo
es solo cuestión de coordinar -me digo
salgo/ camino/ tan
rápido como puedo me escondo
cierro los
ojos/ contengo la respiración
trato de escuchar
otra vez sus pasos
silencio
siento la punta/ del
inoculador
contra mi
espalda
[bajo la máscara/
algo como ojos brilla]
ya estoy/ de su lado.
¡Qué lindo escribe usted! Saludos.
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